Durante un gran periodo he visto cuan agresivo es el marketing en el mundo capitalista, donde hay que influenciar al consumidor sobre una necesidad no existente y convencerlo que es urgente, es un ambiente que me resulta agotador.
Hay necesidades que son menos tangibles, que nos puede afectar a largo plazo pero que también es más cercano de lo que pensamos, es el caso de los inmigrantes, la agricultura, la igualdad de género y la educación. Cada uno de estos desafíos son temas continuos que atañen a la sociedad y estas mismas situaciones han sido vistas por las entidades de la Economía Social.
Aunque muchas empresas, multinacionales y emporios capitalistas han usado estos temas de interés social, que son percibidas por la opinión pública como causas positivas. Estos desafíos lo han usado con el propósito de atraer más consumidores a su marca y evaden esa responsabilidad social a la que tanto se dedican a hacerle publicidad.
Influenciar al consumidor sobre una necesidad no existente y convencerlo que es urgente
Descubrir que la verdadera causa está en luchar por aquellos quienes lo necesitan, generar que la sociedad se interese y que trabaje por un bien colectivo, sin caer en el individualismo es un valor agregado y este puede ser usado a través de una herramienta poderosa que es el marketing.
Por eso el principal propósito del marketing en las entidades de la Economía Social está en la sensibilización de la opinión pública a través de proyectos que fomenten el desarrollo social[1].
Al ver que el individuo considera estos proyectos lejanos y ajenos, el esfuerzo suele ser mayor. Palabras como tiempo, energía y sentimientos son clave en el mensaje que se debe transmitir para sensibilizar a una sociedad que se quiere individualizar y no apropiarse de los problemas que le atañen.
El trabajo del marketing en este ámbito no es nada fácil, ya que la sociedad está rodeada de información que incita al consumo. Por eso debe crear un puente donde la sociedad se apropie del desarrollo de la misma y difundir valores que en algún momento se habrá olvidado.
Considero que una de las ventajas sobre el marketing en la Economía Social, es tener la oportunidad de transmitir un mensaje honesto sobre unas entidades que se dedican a cubrir las necesidades de la sociedad sin beneficio a cambio, es un acto casi altruista de estas entidades. Estar orgulloso del mensaje que se da, porque se muestra sin tintes, ni mascaras sino con el verdadero color que es la democracia.
Ahora el trabajo no es solo llegar al individuo, si no también influenciar en las decisiones políticas, para que la totalidad de la sociedad sea cubierta y no haya colectivos sin voz. Así, crear conciencia que todos somos responsables por el otro y que podemos ayudar de una forma efectiva.
Ver el marketing como un instrumento de utilidad para la sociedad, en vez de una herramienta que satisface a las marcas, hace que cambie la percepción de aquellos que, como yo, pensaban que este era una ciencia que solo ayudaba a los grandes emporios y demostrar que puede ser ese elemento que puede construir a una sociedad sensible, respetuosa y responsable con lo que le rodea.
Son más las ventajas que veo en el marketing en la economía social pero también son los desafíos, como en cualquier materia. Pero el hecho que pueda cambiar a una sociedad porque mira a través de la persona y no del capital, es un acto humanitario convirtiéndose así en una herramienta de honestidad.
[1] Latorre, el Marketing aplicado a las ONGD: coherencias e incoherencias en relación con la educación para el desarrollo. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=185291
